¿Te irritan las preguntas que se responden con un «depende»? Pues lo sentimos, pero esa es la respuesta a cuánto dura un colchón. Depende de los materiales y de su calidad, del modo de uso o, incluso, de si no lo has usado.
Replantearemos la pregunta fijándonos en lo que a ti te interesa: ¿cuándo hay que cambiar un colchón?
¿Cuánto dura un colchón normalmente?
Los colchones que no se usan también se gastan. Una vez aclarado este punto, vamos a pensar en colchones que se utilicen a diario o de una forma razonablemente continuada, asumiendo que tienen el grosor adecuado al peso de quienes duermen sobre ellos.
También vamos a confiar en que los usuarios respetan las indicaciones del fabricante sobre la frecuencia de giro y volteo el primer mes y repiten esta actividad cuando toca.
Fíjate en que estamos introduciendo muchos supuestos. Lo hacemos para no responderte “depende”.
Como norma general, un buen colchón, firme y que se haya usado de manera regular, respetando todas las indicaciones del fabricante dura como mucho 10 años.
No obstante, aunque lo hagas todo bien, si presentas problemas de columna, has ganado mucho peso o hablamos de colchones para niños cuando ya tenemos en casa un adolescente, el tiempo de vida útil de ese colchón elegido con tanto cuidado se reduce en, al menos, 2 años.
Los colchones que menos duran en buen estado son los de espuma poco densa, siendo los colchones con núcleo de muelles ensacados los que ofrecen mayor duración en perfectas condiciones, incluso si subes de peso o tienes problemas de espalda que te obligan a cambiar de colchón más a menudo.
¿Cada cuánto tiempo hay que cambiar un colchón?
Deberías cambiar de colchón cuando toque por tiempo de vida en uso (recuerda que, aunque no uses un colchón también se gasta) o en cuanto sientas que descansas mal.
El hecho de levantarse con contracturas o dolores no una mañana, pues puede deberse a una mala postura al dormir, sino de manera relativamente frecuente, es lo que determina cuándo cambiar el colchón. Dicho de otro modo, debes cambiar el colchón cuando ya no te permita descansar bien sobre él, sin importar si es que se ha gastado o si ahora necesitas un colchón más firme o más ergonómico.
La cuestión es que tu colchón ya no te sirve, aunque si no está viejo lo podrías regalar o dejarlo para ser utilizado por otra persona que no necesite un colchón tan bueno como el tuyo porque pese menos o no presente lesiones de columna.
Claves para saber si tienes que cambiar tu colchón
Ahora que ya sabes que no existe una cifra que diga cada cuánto se cambia un colchón en función de sus materiales o densidad, pues tus circunstancias y requerimientos también pueden variar en ese periodo de tiempo de hasta 10 años, vamos a ver cómo saber sin lugar a dudas que toca renovar el colchón. Hay señales inequívocas.
Descansas mal
Si descansas mal, alerta. Obsérvate y consulta primero con un médico, un psicólogo o un fisioterapeuta, si sospechas que algo interrumpe tu descanso. Pero si no encuentran nada de importancia, comienza a buscar colchones porque seguramente el tuyo está empezando a dar problemas. No te olvides de comprobar el estado de tu almohada.
Hay zonas hundidas o deformidades
Tal vez llevas un tiempo descansando regular, pero estás sometido a mucho estrés, entrenas muy duro o pasa cualquier cosa que podría explicar esa reducción en la calidad del sueño.
Bien, si en tu colchón aparecen zonas con hundimientos cuando te acuestas, no digamos si son visibles a simple vista, toca cambiar el colchón sin ninguna duda. Y debes hacerlo rápido porque, aunque tal vez todavía no lo notes, tu columna no queda completamente alineada.
Tu columna ya no queda bien alineada
Enlazando con el punto anterior, puedes estar durmiendo con una mala postura, aunque tu colchón, aparentemente, siga conservando una densidad uniforme.
Uno de los motivos sería que has ganado peso por edad, dieta o embarazo, pero lo que importa es que cuando duermes con la columna mal alineada te expones a lesiones, primero temporales, como contracturas y tendinitis y, si no pones solución al problema pronto, posibles desviaciones en la columna.
La cadera y la pelvis también se pueden resentir, por no hablar del riesgo de sufrir ataques de ciática.
Has ganado mucho peso y tu colchón no es lo suficientemente firme
Las personas con sobrepeso y los deportistas con mucha masa muscular necesitan un colchón firme, muchas veces más grueso que las personas que tienen un peso promedio. Esto también te puede pasar si estás embarazada, en el tercer trimestre.
La buena noticia es que no pasa nada por dormir en un colchón pensado para gente con más peso que tú, siempre que lo hayas elegido con una excelente adaptabilidad.
Para ello, lo mejor es jugar con los materiales y apostar por un núcleo duro con una cubierta a tu gusto. Tú eliges si prefieres caer en la cama como si lo hicieras en un saco de plumas o si te va más una sensación de firmeza en un colchón que tarde un par de minutos en adaptarse a ti por su cubierta viscoelástica de alta densidad.
Recuerda que si eliges un colchón adaptado a gente con elevada masa corporal, lo vas a poder seguir usando si recuperas tu peso. Volvemos al caso de las futuras mamás.
Consecuencias de dormir en un colchón viejo o en mal estado
Por si te preguntas qué sucede si mi colchón está un poco viejo, pero todavía aguanta o para qué cambiar ahora de colchón si yo sigo descansando estupendamente, hemos confeccionado la siguiente lista:
- Te expones a todo tipo de lesiones en columna, hombros y cadera. Al principio serán contracturas o tendinitis, pero pueden terminar convertidas en lesiones permanentes si insistes en pasar un tercio de las horas del día sin un soporte adecuado.
- Es probable que te cueste más llegar a fase REM del sueño. Se ha descubierto que el buen descanso no se basa en las horas que duermes sino en si logras pasar o no por todas las fases del sueño. La fase REM es la última, pero resulta imprescindible para la salud física y mental.
Problemas de temperatura muy alta o muy baja, ruidos ambientales y un mal colchón o una mala almohada suelen dificultar que tu sueño se presente sin interrupciones. Cuando hay un microdespertar, tu cerebro debe volver a empezar a dormir en la fase I. Por una noche, no pasa nada, a lo sumo te sentirás menos enérgico, pero si el problema se repite… - Tu colchón puede haber acumulado moho o humedades con los años de uso, sobre todo si no lo has cuidado como deberías. En caso de sufrir de ciertas alergias o asma, ya sabes cómo se pasa cuando el ambiente no garantiza la higiene que necesitas.
Es complicado saber cuánto dura un colchón en el momento en que lo compras porque depende no solo de los materiales y de la densidad, sino de cómo lo cuides y de si tus necesidades varían de manera inesperada. Sin embargo, sí hay señales que nos indican que toca reemplazar el colchón.
La respuesta a cada cuánto se cambia el colchón tampoco es fácil de responder a priori por los mismos motivos, aunque si eliges un colchón con núcleo firme, buenos materiales y que te sirva en caso de aumentar de peso, habrás asegurado la amortización de tu compra.
En caso de asustarte comprar un colchón demasiado duro, te invitamos a contactar con nosotros para informarte sobre todas las posibilidades que ofrecen los colchones con núcleo de muelles ensacados. Son colchones que se van montando con diferentes materiales, de manera que casi están hechos a tu gusto y medida. ¿Te lo imaginas?