Dormir en el sofá: por qué te lo desaconsejamos

Dormir en el sofá

Casi todos hemos dormido alguna vez en un sofá. Los motivos pueden ser tan variados como la somnolencia que ataca y vence mientras miramos la televisión, el hecho de parecernos un sitio cómodo para una siesta o la ausencia de camas disponibles. Pero dormir en el sofá tiene consecuencias para tu salud y tu descanso, unas pueden ser inmediatas y otras, más serias, aparecen a largo plazo.

Te invitamos a la siguiente lectura para tener claro por qué no deberías dormir en el sofá ni siquiera de manera ocasional y cuáles son los mejores colchones para aliviar las molestias derivadas de esta mala costumbre si se ha prolongado en el tiempo.

¿Por qué no debes dormir en el sofá?

La expresión dormir en el sofá posee connotaciones negativas y no faltan razones para ello, al margen de si son señal o no de problemas de pareja. Aunque existen sofás más confortables que otros y todavía se puede encontrar algún antiguo sofá-cama, los sofás no han sido diseñados para dormir en ellos.

No poseen los materiales ni la ergonomía adecuados para un buen descanso, a pesar de que hay veces que uno se encuentra tan a gusto como para resultar tentador. Tampoco te permiten cambiar de postura de manera natural mientras duermes, cosa que haces más o menos veces cada noche, aunque no te percates de ello. Destierra, por tanto, la idea del sofá para dormir cuando vayas a renovar el tuyo y atiende a otros aspectos más relevantes.

Cuando dormimos, en especial si hablamos del descanso nocturno y su media de 8 horas de duración, es vital que la columna vertebral permanezca bien alineada. Un sofá no puede permitir que tus lumbares y tus cervicales adopten la debida alineación con el resto de la columna, ni siquiera si hablamos de algunos sofás elaborados con materiales realmente cómodos porque reparten el peso del cuerpo de manera uniforme.

Además, salvo que tu sofá sea de gran tamaño y tú tengas una estatura escasa, te habrás dado cuenta de que tus pies sobresalen, por no hablar de las veces en que debes apoyar la cabeza en el reposabrazos. Volvemos a lo mismo, no hay posibilidad de adoptar una postura correcta en estas condiciones. Los sofás articulados tampoco son una opción, aunque podrían sacarnos del apuro en casos puntuales para una siesta breve si son muy ergonómicos.

Dormir en el sofá: ¿puede traer consecuencias?

Dormir en el sofá suele causar dolores musculares o articulares

La primera consecuencia de dormir con la columna mal alineada es un descanso pobre, con sueño ligero y microdespertares. La segunda, igual de importante, la tendencia a sufrir lesiones de mayor o menor relevancia, que se manifiesta con en forma de dolores musculares o articulares. Los más frecuentes son las lumbalgias y las molestias cervicales, con toda la sintomatología que les puede acompañar: ciática en un caso, cefaleas y mareos en el otro.

Lesiones crónicas en columna o caderas

Pero si tú ya sufrías de algún problema en la columna o de artrosis en la cadera y duermes a menudo en un sofá multiplicas el riesgo de lesiones crónicas y dolorosas que podrían llegar a terminar, con el paso de los años, en una hernia discal.

Todo tu organismo se ve comprometido si descansas mal

Por otro lado, las consecuencias para la salud física y mental de un descanso poco profundo a lo largo de los años han sido documentadas por neurólogos y endocrinos. No buscamos alarmarte, pero sí que te cuides.

Colchones recomendados para aliviar los dolores causados por dormir en el sofá

Cuando tienes problemas de columna o sientes dolores debido al uso de un mal colchón o a haber pasado tiempo durmiendo a menudo en un sofá, necesitas un colchón firme, aunque adaptable para que las lesiones no avancen y las patologías musculares puedan ir remitiendo.

Muchos de los colchones más recomendados para personas con problemas de espalda son de muelles ensacados. Por favor, no los confundas con los antiguos colchones de muelles, porque los materiales de ambos muelles son diferentes y, en el caso de los muelles ensacados, se utiliza una cubierta para los mismos.

Hacemos un inciso para aclarar que desde hace años existen colchones que se diseñan por zonas o capas, tanto en su corte transversal como si los miramos desde arriba. Hay colchones que presentan zonas con refuerzo, para las partes del cuerpo más pesadas, y otras más ligeras, teniendo presenta las posturas que puedes ir adoptando mientras te mueves durante la noche.

Además, lo más frecuente en los modelos más recientes es que el núcleo de muelles ensacados se recubra de una o más capas de otros materiales, viscoelásticos o látex, para garantizar la adaptabilidad que se debería exigir a todo colchón muy firme. La adaptabilidad de un colchón evita sobrepresiones, otras lesiones y molestias.

Por último, puedes encontrar colchones con el núcleo de muelles ensacados que incluyan cubiertas externas para mejorar la sensación térmica en caso de que seas una persona friolera, si padeces de obesidad o si vives en una zona con un clima que varía mucho del invierno al verano.

Todos nos hemos quedado dormidos en el sofá en alguna ocasión, sintiendo las consecuencias al día siguiente o no. Es importante que sepas que el sofá no se ha hecho para dormir, mucho menos noches enteras, y evites en la medida de lo posible dormir en cualquier sofá.

Las consecuencias de dormir en el sofá se agravan cuanto más recurrente es la costumbre y también dependiendo de los materiales y el tamaño del sofá. Hablamos de consecuencias físicas, unas veces pasajeras y otras permanentes, pero también de los problemas neurológicos y emocionales causados por un descanso poco profundo.

Los colchones con núcleo de muelles ensacados son una excelente manera de asegurar un buen descanso tanto a las personas con alguna patología previa de columna, hombro o cadera como a aquellos que empiezan a lamentar las largas siestas ante un televisor que se ha quedado encendido mientras uno se deja caer en los brazos de Morfeo.

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