La parálisis del sueño es algo que seguramente nos va a afectar a todos dos o tres veces en la vida, aunque hay gente que lo sufre de manera reiterada y a quienes llega a causar ansiedad.
Para combatir la ansiedad, muchas veces basta con tener información y saber que eso es real pero no peligroso. De todas formas, hay consenso en el ansia por saber cómo evitar la parálisis del sueño, no importa la cultura que analicemos.
Pero, aunque lleguemos a saber qué hacer durante un episodio de parálisis del sueño, no deja de ser molesto, por lo que vamos a ver también cómo reducir la frecuencia de estos episodios.
Qué es la parálisis del sueño
La parálisis de sueño es una circunstancia que se produce cuando el cerebro sale de la fase REM, el último ciclo del sueño, pero por motivos que no se conocen bien, se le olvida desactivar un mecanismo de dicha fase por el cual los músculos permanecen relajados. El resultado es que estás despierto, es posible que llegues a abrir los ojos, pero no te puedes mover, ni hablar.
En algunas culturas se dice que «se te sube un muerto» durante estos episodios de parálisis del sueño, haciendo referencia a la sensación de opresión sobre el pecho que acompaña en la mayoría de los casos. Sin embargo, se puede manifestar con otros síntomas y ser más aterrador todavía.
No nos engañemos, la primera vez que nos sucede todos sentimos angustia o terror y ansiamos saber cómo salir de esa «pesadilla» tan real, cómo salir de una parálisis del sueño.
Síntomas de la parálisis del sueño
Los más comunes
- Te sientes despierto, crees estar despierto, incluso puedes ver tu entorno, pero no logras mover ni un dedo. Intentas gritar y la voz no sale y, en cuestión de unos segundos o un par de minutos, por fin sí estás despierto por completo.
- El temor, la ansiedad o la angustia son normales en los primeros episodios o siempre. Hay personas que, a fuerza de experimentar estos episodios, logran conducirse a sí mismos para esperar ese breve espacio de tiempo sin entrar en pánico.
- Así como intentas gritar y no puedes, es frecuente sentir opresión en el pecho o sobre todo el cuerpo.
Otros que pueden variar
Hay personas que experimentan alucinaciones visuales, auditivas o ambas durante estos episodios. En estos casos se suele hablar de la parálisis del intruso, porque es frecuente ver a gente, conocida o desconocida, mientras experimentan el resto de síntomas.
Otras personas, en cambio, sienten que están como en gravedad cero o flotando en el aire. No confundas este vértigo de la parálisis del sueño, vestibular en este caso, con ese sueño recurrente donde uno despierta sobresaltado porque sueña que se cae al suelo o por un precipicio. Recuerda que, durante la parálisis del sueño, tu cerebro está despierto y no te ves a ti mismo tropezando o cayendo al vacío.
Cuáles son sus posibles causas
No se sabe por qué experimentamos en algún momento de nuestra vida un episodio aislado de parálisis del sueño. En estos casos puntuales, ni siquiera podemos hablar de un síntoma, pero es diferente para quienes sufren este proceso una y otra vez.
El estudio clínico de qué es la parálisis del sueño y cómo evitarla se dirige al alivio y la mejora de la calidad de vida de estas personas que sufren este fallo al despertarse una y otra vez. Analizando estos casos, se ha visto que los pacientes (aquí sí hablamos de un síntoma) coinciden en alguna de las siguientes afirmaciones.
Estrés, ansiedad o falta de sueño acumulado
El estrés y una calidad de sueño deficiente parecen estar detrás de la gran mayoría de episodios de parálisis del sueño que se repiten durante un tiempo.
En estos casos, mucho más práctico que intentar aprender terapia conductual para no entrar en pánico durante los episodios, es mejorar el estado anímico y la calidad del sueño.
Por supuesto, si es preciso, acude a terapia, pero no por la parálisis del sueño sino por lo que te tiene alterado. Haz deporte y cuida bien cómo duermes.
Invertir en un buen colchón puede mejorar estas experiencias tan desagradables y, a la vez, ayudarte a combatir el estrés y los nervios porque el insomnio y el sueño ligero retroalimentan estos problemas.
Te recomendamos ir a lo seguro y elegir un colchón de núcleo de muelles ensacados con el que te despreocupas de requerimientos adicionales, como puede ser una firmeza extra si padeces problemas de espalda. Tu única preocupación será elegir si prefieres una sensación u otra al recostarte y si eres friolero o, por el contrario, tiendes a transpirar mucho mientras duermes.
Si tienes alguna duda, consúltanos sobre qué modelo y qué materiales de la cubierta y la sobrecubierta son los mejores para ti.
Mala higiene de sueño
La parálisis del sueño puede presentarse con más frecuencia en personas que trabajan a turnos y en las que no tienen un horario de sueño regular.
No podemos actuar sobre tus horarios laborales si trabajas a turnos, pero sí invertir en calidad a la hora de descansar. Empezando por el somier, siguiendo por el colchón y terminando por la ropa de cama.
Si tu falta de regularidad al dormir es debida a tu voluntad. Lo ideal es que pongas de tu parte durante un tiempo para ver si, al acostarte cada día a la misma hora y dormir las horas necesarias, resuelves tu problema.
Enfermedades mentales y narcolepsia
Si el estrés acumulado puede ser motivo de que la parálisis del sueño se repita con frecuencia. Imagina qué pasaría a las personas con trastorno de estrés postraumático: en ellos este es un problema bastante frecuente.
Quienes sufren de trastorno bipolar y crisis de pánico también experimentan más a menudo alguno de los tipos de parálisis del sueño.
Las personas que presentan narcolepsia son otros candidatos habituales ante este tipo de parálisis al despertarse.
Siempre que la parálisis del sueño es un síntoma de una enfermedad, lo primero para evitarla es ponerse en tratamiento de la enfermedad en sí.
Ciertos fármacos y sustancias
A veces no es una enfermedad sino un fármaco el que induce episodios de parálisis del sueño en pacientes susceptibles. Podemos citar los hipnóticos, pero también sustancias como drogas o suplementos de venta sin receta para ayudar a dormir.
En caso de que el origen de tus malas experiencias al dormir haya comenzado con un tratamiento médico. Entonces, consúltalo con quien te lo prescribió para que evalúe la posibilidad de sustituirlo por otro.
Antecedentes familiares
Parece haber un componente genético. No se hereda la tendencia a sufrir parálisis del sueño, aunque sí es más frecuente en personas con algún familiar aquejado del mismo mal.
Dormir boca arriba
Desconocemos el motivo por el que la parálisis de sueño es más probable entre quienes acostumbran a dormir boca arriba. Prueba a dormir de lado.
Consejos para evitar la parálisis del sueño
Ante una parálisis del sueño, qué hacer. Te dejamos una serie de consejos que, utilizados de manera conjunta, dan muy buenos resultados.
- Si el problema se ha presentado de forma reciente. Entonces, párate y analiza si hay algo que te preocupe o si estás tomando un nuevo fármaco, un nuevo adaptógeno, o lo que sea. No abuses de los estimulantes como la cafeína porque podría interferir en tu calidad de sueño y te interesa descansar lo mejor posible.
- Una vez hayas descubierto un motivo, acude al profesional adecuado.
- Mientras tanto y desde el principio, insiste y persiste en la calidad de tu descanso.
- Intenta dormir de lado y sobre una almohada del grosor adecuado.
- El colchón debe ser de firmeza media o elevada y, por supuesto, renovarse al finalizar su vida útil. Recuerda que los colchones de espuma tienen una vida útil menor que los colchones de muelles ensacados, los más duraderos.
- Procura acostarte cada noche a la misma hora y hacerlo relajado.
- Practica algún hobby durante el día, haz ejercicio ligero y date una ducha tibia antes de acostarte.
- Desconecta de los dispositivos digitales al menos una hora antes de irte a la cama y no te acuestes nada más terminar de cenar.
- Si, pese a todo, vuelves a experimentar parálisis del sueño. Recuérdate a ti mismo que no estás soñando. Aunque puedas ver u oír cosas ficticias y, muy importante, que ese agobio va a resolverse solo en cuestión de segundos o unos pocos minutos.
- Te sorprenderá comprobar cómo una vez logras racionalizar el proceso. Se acorta su duración. Por no hablar de que te angustias menos y te vas a despertar con menor sensación de sobresalto o sin ella.
Nos encantaría contarte cómo evitar la parálisis del sueño de forma fácil y que funcione en todos los casos. Pero, lamentándolo mucho, no podemos porque los médicos todavía no comprenden bien el mecanismo por el que se produce. Tampoco saben cuál es el motivo por el que algunas personas sufren predisposición, aunque sí han establecido grupos de riesgo.
Si sufres un episodio aislado, no te agobies. Si se repite, busca una posible causa. En todos los casos, mejorar la calidad de tu descanso te ayuda a recuperar calidad de vida.