Los colchones de hoy poco tienen que ver con los de hace 20 años. Ergonomía y confort son una exigencia habitual en los colchones modernos, a la que se suma mayor o menor firmeza o una sensación distinta en cuanto a la temperatura que puedas preferir. Lo que por el momento no se ha resuelto es la necesidad de dar la vuelta al colchón.
¿Por qué debes dar la vuelta al colchón?
Sabemos que es un incordio, sobre todo para personas mayores o gente con lesiones en hombros o espaldas, pero siempre puedes pedir ayuda a alguien para darle la vuelta a tu colchón.
En caso de no hacerlo cuando indica el fabricante te vas a encontrar con un colchón muy duro los primeros meses de uso y envejecido antes de tiempo. Además, la garantía que todo fabricante de colchones de calidad media o elevada ofrece está supeditada al buen uso del producto, lo que incluye los cuidados de mantenimiento como son el giro y el volteo de colchón.
¿Cuándo hay que dar la vuelta a un colchón?
En primer lugar, debes saber que todos los colchones necesitan ser volteados al menos con cada cambio de estación. Esto incluye a los colchones de muelles tradicionales y a los que prefieren los clientes más exigentes: los colchones con núcleo de muelles ensacados y cubiertas en otros materiales.
Además de cada cuánto dar la vuelta al colchón en uso, debes tener presente que los colchones viscoelásticos requieren de un volteo trimestral durante el primer año, que el primer mes puede ser semanal, y que puedes ablandar un colchón nuevo demasiado duro aumentando la frecuencia de volteo.
Realmente no es necesario tanto… pero haciéndolo así, no verás marcarse la huella de tu cuerpo sobre el colchón. ¡Lo que no es nada malo ni problemático! Es normal que un material adaptable y ergonómico no recupere del todo su forma, según lo vamos usando.
A partir del primer año, con darle la vuelta cada 3 meses sería suficiente. 4 veces al año.
Además de dar la vuelta al colchón, 1 de vez de cada 2, también tendrás que girarlo sobre sí mismo, para que así se desgasten por igual todas las caras del colchón. Te durará más y se marcarán menos las huellas de vuestros cuerpos.
Con respecto al problema de adquirir un colchón demasiado duro, puedes ir a lo seguro y elegir un núcleo firme con una cubierta de otro material más adaptable, y sabes que dormirás como si estuvieras entre algodones, sin que tu columna sufra como consecuencia de semejante suavidad al tacto. Pero recuerda que al menos cada 3 meses vas a necesitar darle la vuelta a tu colchón.
Ventajas que consigues dando la vuelta a tu colchón cuando sea necesario
- Además de cumplir con las condiciones de la garantía del fabricante, favoreces la aireación del colchón y evitas que haya riesgo de acumulaciones de humedad por el sudor en verano, si la cubierta no es impermeable.
- Cuando el colchón ya tiene cierto uso, pero todavía no es hora de cambiarlo, el volteo permite eliminar incipientes zonas de hundimiento.
- Vas a dormir más cómodo en un colchón recién volteado, a la vez que alargas su vida útil.
¿Cómo voltear un colchón?
Los colchones que se fabrican en la actualidad pueden ser más pesados o menos, pero ni de lejos alcanzan el peso de los viejos colchones de lana. Tampoco hace falta golpearlos cada cierto tiempo, tan solo darles la vuelta.
Lo habitual es que una persona sola sea capaz de darle la vuelta a un colchón individual sin problemas, porque se trata más de técnica que de fuerza. Repetimos que habrá quién no deba hacerlo solo debido a alguna lesión, en cuyo caso le conviene pedir ayuda o delegar esta tarea.
En el caso de los colchones de camas king size, la pericia necesaria es mayor si una sola persona se ocupa de toda la operación, aunque también es posible el volteo sin ayudas.
Vamos a lo importante: ¿Cómo dar la vuelta al colchón? En principio se procede de igual modo con independencia del tamaño del colchón a voltear. No lo confundas con el giro, que no es otra cosa que colocar la cabeza en los pies y viceversa. En el caso del volteo, la parte en contacto con el somier pasará a estar hacia arriba, y puedes realizar esta maniobra a la vez que el giro, uno tras otro, o en días espaciados.
Comienza elevando el lateral
Necesitas hacer palanca o empujar desde el lateral del colchón más cercano al lado en que te encuentres. Con una mano o con ambas, dependiendo del peso del colchón y de tu forma física, eleva esa región del colchón hasta lograr que quede en posición perpendicular al punto de partida. No temas, cuesta más levantar los primeros centímetros que enderezar el colchón ya casi erguido.
Cuando el colchón está en posición perpendicular puedes aprovechar para realizar el giro
Si optas por girarlo a la vez que voltearlo, coloca la zona de la cabeza donde los pies.
Una vez tenemos el colchón en perpendicular listo para el volteo, solo queda dejar caer el colchón de manera que la superficie que antes miraba hacia abajo mire hacia arriba. En el caso de colchones muy grandes o de personas con poca fuerza, aquí sí que se agradece una mano extra que ayude a dejar caer el colchón con suavidad. Pero si estás tú nada más y no hay otra alternativa, frena el impacto con cuidado.
Coloca la sobrecubierta y la ropa de cama
Hemos dicho que los colchones con núcleo de muelles ensacados se pueden encargar al gusto del cliente porque el hecho de tener las cubiertas realizadas en otros materiales permite mucho margen de maniobra a la hora de combinar firmeza con adaptabilidad.
Si prefieres los colchones elaborados con un único material, es posible que necesites utilizar una sobrecubierta para adaptar el colchón a tus circunstancias particulares, por ejemplo, si has elegido un colchón de firmeza media y eres una persona con obesidad.
Ahora no queda más que colocar la ropa de cama y ya te puedes olvidar de darle la vuelta a tu colchón durante unas semanas, quizás 3 meses.
Dar la vuelta al colchón puede producir pereza, sobre todo si hablamos de colchones grandes, pero es algo necesario para descansar lo mejor posible. Hay colchones que requieren de volteos más frecuentes que otros, como también los hay con una cubierta especial para los meses de calor y otra perfecta para los meses fríos. No te despistes.
Por lo demás, salvo excepciones, una sola persona suele bastar para voltear un colchón porque se trata más de técnica que de fuerza bruta. Los colchones de muelles ensacados son uno de los modelos que menos volteos anuales precisan, y aportan beneficios adicionales al seleccionar de manera individualizada los materiales de las cubiertas y sobrecubiertas.