Por qué me cuesta dormir por la noche

Por qué me cuesta dormir

Hay quien se cae en la cama y se duerme plácidamente en escasos minutos, y personas a las que les cuesta más. Pero, aunque seas uno de los afortunados que no presenta problemas para conciliar el sueño, estamos seguros de que alguna vez te has preguntado por qué me cuesta dormir. Y es que hay tantas causas para alterar la calidad del sueño, que es normal toparnos con alguna de ellas de vez en cuando.

Acompáñanos porque vamos a explicarte por qué a veces nos cuesta dormir y también qué puedes hacer si eres de esas personas que parecen desvelarse cuando llega la hora de irse a la cama.

Por qué a veces nos cuesta dormir por la noche

El sueño es imprescindible para la vida, como sucede con el alimento y el agua. Sin embargo, para poder dormir se deben dar una serie de condiciones.

Esto es así por cuestiones adaptativas, aquellos individuos capaces de quedarse fritos cuando les acecha un peligro mortal no habrían trasmitido muy bien sus genes. Pero hoy en día uno puede tener problemas para dormir bien por cuestiones que ya no son un peligro o por malos hábitos. Si te preguntas por qué me cuesta dormir por las noches, repasa esta lista:

Por estrés

La ansiedad es un mecanismo de defensa que a veces se descontrola y se vuelve una enfermedad. Su hermano menor, el estrés, y la otra enfermedad mental frecuente, la depresión, tienen en común que suelen producir problemas para conciliar y/o para mantener el sueño durante la noche.

Procura mantener a raya esos niveles de estrés y, si precisas, acude a un profesional.

Porque sufres dolor

El dolor crónico es uno de los causantes de los problemas de insomnio relacionados con microdespertares y cansancio al despertarse.

Si presentas un problema de espalda o cadera, necesitas dormir sobre un colchón ergonómico, que sea a la vez moderadamente firme o duro y muy adaptable.

Por suerte, hoy en día existen varios modelos en el mercado, siendo tal vez la opción más interesante la de los colchones con núcleo de muelles ensacados para aportar firmeza y una cubierta externa que se adapte a tus preferencias a la hora de dormir.

Por el consumo de estimulantes

Si abusas de ellos o los consumes unas horas antes de irte a la cama, lo más normal es que te quejes: me cuesta mucho dormir por la noche. Prueba a pasarte a partir de las 6 de la tarde al descafeinado o bebidas sin teína y, en caso de tomar algún adaptógeno, hazla siempre durante el desayuno nada más.

Por malas condiciones ambientales

Existe un rango de temperaturas óptimo para conciliar bien el suelo. Por encima o por debajo de esos valores cuesta más quedarse dormido.

Con la humedad relativa hay más margen de maniobra, aunque una habitación excesivamente húmeda o muy reseca puede empeorar la calidad del descanso, sobre todo en el caso de niños y ancianos.

Consejos para conciliar el sueño rápidamente

Acuéstate cansado físicamente pero con la mente despejada

Si no te cansas durante el día, es difícil dormirse con facilidad. Pero en el caso de tu mente, es mejor que vayas a dormir habiendo desconectado de las preocupaciones o de lo que debes hacer mañana. Ahora toca dormir y punto.

Duerme sobre un buen colchón y con una buena almohada

Aunque no presentes problemas de espalda, pelvis, hombros o cadera, por favor, no descuides el colchón donde duermes. Cámbialo cuando esté viejo y elige bien los materiales y sus características físicas.

Con la almohada sucede lo mismo, si no usas una buena tal vez te duermas igual, pero vas a despertar con dolores casi a diario y no compensa.

Evita los estimulantes desde media tarde

Ya te lo explicábamos antes.

Mantén una rutina de sueño incluso los días festivos

Esto es difícil, en especial si uno es joven y quiere salir de fiesta. Pero si vas a quedarte en casa, haznos caso y acuéstate a una hora similar a la que lo haces los días lectivos para no romper el ciclo de sueño y vigilia.

Presta atención a las luces, temperatura y humedad

A mí me cuesta dormir cuando no hay oscuridad total, soy bastante sensible. Tal vez tú no tengas este problema, pero, sin saberlo, a todos nos influye la iluminación de la estancia donde dormimos y el tipo de luces al que estamos expuestos desde al menos 2 horas antes de acostarnos. Apaga si es posible todas las pantallas digitales un rato antes de acostarte y, si disfrutas de la lectura en la cama, elige un libro en papel.

Presta atención a la temperatura de tu habitación, lo ideal es que oscile entre los 18 y los 21 °C.

 

Muchas veces encontramos la respuesta a por qué me cuesta dormir repasando nuestras rutinas y las condiciones en las que dormimos. En tales casos, pequeños cambios pueden suponer una mejora notable en nuestro descanso y calidad de vida.

Cuando no encuentres el motivo y su solución a tus malas noches, consulta con un médico para descartar ciertas enfermedades y para hacer uso controlado de medicación si la precisaras. No se trata solo de dormir bien o mal, la calidad del sueño tiene una incidencia directa sobre la salud física y mental. Por ese motivo, cada vez nos insisten más en la importancia de dormir sobre un buen colchón, en condiciones óptimas y de pasar por todas las fases del sueño.

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