Aunque durante el sueño cambiamos de postura varias veces cada noche, es importante conocer la posición correcta para dormir y acostumbrarse a ella. Esta postura no es la misma para todos, pues la mejor forma de dormir para la espalda no coincide con la manera indicada de descansar cuando hay insuficiencia respiratoria o un brazo roto.
Lo que no varía es la necesidad de mantener la columna vertebral y las caderas correctamente alineadas, tanto si duermes boca arriba como si lo haces de lado. Date cuenta de que pasamos un tercio de nuestra vida, si no más, acostados. Es más fácil conseguir la posición correcta al dormir con un colchón firme.
Cuál es la postura más correcta para dormir
Existen indicaciones sobre maneras ergonómicas de dormir para gente sana y otras que se adaptan a quienes sufren de alguna patología, aguda o crónica, pero todas parten de la base de que se utilizarán colchón y almohadas adecuados.
Esto supone que el colchón debería ser de firmeza media o elevada, pero sin puntos de sobrepresión, como ofrecen los colchones con núcleo de muelles ensacados. En cuanto a las almohadas, empleamos el plural porque muchas veces se necesita más de una, a veces para conseguir el grosor adecuado y otras para alinear la columna y las caderas.
Respondiendo ya a cuál es la posición correcta para dormir en el caso de personas sanas, sin lesiones de columna, convalecientes o con alguna condición particular, lo mejor es dormir de lado, con una almohada del grosor que permita que la cabeza descanse sin modificar la alineación de las cervicales.
¿Y hacia qué lado es mejor dormir? En principio, es mejor descansar recostado sobre el lado izquierdo porque se evitan problemas de reflujo esofágico y se consigue un mejor descanso.
Otras alternativas recomendables
Sobre el lado derecho
Si duermes de lado, recostado sobre la parte derecha de tu cuerpo, pero no sufres de reflujo esofágico no debes preocuparte. Adopta en cualquier caso una posición fetal o semifetal para estar más cómodo y no dormir con poses forzadas.
Si tienes algún problema en el brazo o el hombro izquierdos, no te conviene dormir cargando el peso sobre las zonas afectadas.
Boca arriba
Cuando estamos resfriados y respiramos mal, podemos descansar mejor boca arriba, con los hombros y la cabeza un poco elevados con respecto al tronco. Por eso hay veces en las que necesitas utilizar más de una almohada.
Si, además, presentas problemas cervicales, ayuda que cuando descanses boca arriba lo hagas con una almohada de calidad que recoja tu cabeza, tu cuello y los hombros. Este tipo de almohadas suelen ser de uso individual, no adaptadas a camas matrimoniales, y estar elaboradas en material viscoelástico.
Situaciones especiales
Cuando tienes problemas de columna o caderas, puede ser un gran alivio para ti dormir de lado con una almohada adicional colocada entre las rodillas o boca arriba y con la correspondiente almohada extra situada bajo la zona posterior de tus rodillas. Si tienes dudas, pregunta a tu médico cuál es la postura correcta para dormir con tu lesión en particular.
Las personas con insuficiencia respiratoria y aquellas que roncan o presentan disnea del sueño, descansan y respiran mejor también boca arriba, con el tronco un poco elevado con respecto a las piernas y las caderas. Esto se debe a una cuestión de la fisiología de los pulmones y los líquidos que contienen en su interior. El caso es idéntico al de un resfriado fuerte.
Si te han realizado una cirugía, pregunta siempre si hay posturas prohibidas para dormir durante el postoperatorio o si por fuerza debes asegurarte de cosas como pueden ser que un brazo operado se sitúe más elevado que el resto del cuerpo para reducir la inflamación.
Para estas circunstancias, todos los hospitales cuentan con camas articuladas y con la posibilidad de incorporar soportes, si bien cuando vuelvas a tu domicilio te tocará evaluar si te merece la pena un cambio de somier o puedes conseguir tus necesidades posturales al dormir con almohadas y cojines.
Y no podemos olvidar el caso de las personas obesas. Estas necesitan de un colchón con al menos 2 grados de firmeza más en una escala del 1 al 10 con respecto a lo que sería su colchón ideal si presentaran normopeso. No temas, hay colchones mixtos que juegan con materiales rígidos en el núcleo, como los muelles ensacados, y cubiertas suaves, para asegurarte la sensación que más te guste al dormir.
Un buen colchón debe ofrecer firmeza y adaptabilidad, pero al jugar con las cubiertas, sus grosores y materiales es posible seleccionar si descansas en un colchón que se adapta a la forma de tu cuerpo nada más caer en la cama o elegir uno un poco más consistente al tacto, según tus preferencias.
Consejos para encontrar la postura más cómoda para ti
- Siempre que tengas algún problema osteoarticular, pregunta a tu médico si hay alguna postura que debas evitar al dormir.
- Por lo demás, pese a que dormir de lado en posición semifetal suele ser lo más cómodo, cada persona es un mundo. Prueba diferentes maneras ergonómicas de dormir para ver con cuál te despiertas más descansado. Incluye también una almohada extra para ir haciendo las pruebas.
- No te obsesiones si despiertas en otra posición, es normal. Todos nos movemos durante el sueño, unos más y otros menos. A veces despertamos hechos un ocho. Lo importante es que la mayor parte del tiempo que pasas dormido lo hagas en una postura que no te cause dolores u otro tipo de malestar y que no favorezca la aparición de lesiones a largo plazo.
- Los colchones firmes y a la vez adaptables también son los mejores para quienes cambian con frecuencia de posición mientras duermen, pues aseguran una mayor ergonomía.
Al final, la posición correcta para dormir la estableces tú al evitar las que te hacen daño porque causan dolores al despertar, sueño con interrupciones, mala circulación o reflujo gastroesofágico. Cuando presentes alguna lesión en la columna y tras una cirugía, pregunta siempre a tu médico si necesitas o no evitar determinadas posiciones mientras duermes.
En todos los casos debes asegurarte de utilizar un buen colchón y una buena almohada o almohadas, y de renovarlos cuando toque. Aunque no lo parezca, esto puede hacer más por ti que el empeñarte en dormir en determinada postura que no te resulta cómoda y vas a abandonar casi seguro en cuanto quedes dormido.