Aunque mantengas tu colchón en un perfecto estado de higiene, puede ser que esté infestado de unos indeseados y microscópicos visitantes denominados ácaros. Y puesto que no son detectables a simple vista, la gran pregunta es: ¿cómo saber si hay ácaros en mi cama?
Qué son los ácaros
Los ácaros son diminutos insectos arácnidos, es decir, pertenecen a la misma clase de artrópodos que las arañas y, al igual que estas, tienen cuatro pares de patas.
La principal fuente de alimento de los ácaros son trocitos de piel muerta de los animales y de los seres humanos. Además, también pueden alimentarse de hongos como el moho, restos vegetales y micropartículas procedentes de los alimentos.
Su hábitat natural es cualquier lugar en el que se acumule el polvo, por eso también son denominados ácaros del polvo. Cuanto más polvo haya, más cómodos se sienten los ácaros.
Por lo tanto, sus lugares favoritos son alfombras, moquetas, muebles tapizados y, por supuesto, los colchones. Y es que, aunque no lo creas, en los colchones se acumula gran cantidad de polvo microscópico.
Para comprobarlo, golpea con las palmas de las manos tu colchón cuando sobre él incida directamente la luz del sol y sorpréndete con las nubes de polvo que verás a través de los rayos solares.
Los ácaros, grandes colonizadores de las superficies polvorientas
Un dato casi increíble es que un centímetro cuadrado de alfombra puede contener hasta 100 000 de estos ácaros del polvo y que cada ácaro puede producir heces en torno a 20 veces al día.
Trastornos de salud producidos por los ácaros
El gran problema de estos diminutos insectos es que son susceptibles de provocar alergias en ciertas personas, algunas de ellas de importancia. Estas alergias no son causadas por picaduras del insecto, sino por reacciones orgánicas a sus heces y a las mudas de su exoesqueleto.
Con la excepción de las alergias, resultan inofensivos para el ser humano. Sin embargo, pueden ser muy perjudiciales para algunos animales domésticos, especialmente para las aves de ornato, como periquitos y canarios, en las que pueden inducir graves trastornos respiratorios e incluso la muerte.
¿Pueden verse a simple vista los ácaros?
Su tamaño se sitúa entre la cuarta y la tercera parte de un milímetro, por lo que a simple vista resultan indistinguibles. Si puedes verlos, ten por seguro que no se trata de ácaros sino de otra clase de insecto o parásito.
Cómo saber si hay ácaros en tu colchón
Aunque encontrarás informaciones que afirman que para visualizarlos es preciso un microscopio, la realidad es que podrás verlos si te haces con una lupa potente (de al menos 10 aumentos). Y con una lupa profesional de 20 aumentos podrás distinguir con diáfana claridad su figura.
Las lupas de 10 aumentos se consiguen sobre la marcha en cualquier óptica y las de 20 aumentos están disponibles en establecimientos especializados en material de laboratorio y útiles para relojeros.
Para averiguar si tienes ácaros en la cama, utiliza una cinta adhesiva que no sea opaca. La cinta de embalar transparente es la mejor opción por su gran anchura y adherencia.
Pega abundantes trozos de cinta en la superficie del colchón, especialmente en los recovecos o hendiduras del mismo y, una vez despegados, examínalos con la lupa. Si ves unos pequeños insectos traslúcidos con ocho patas, esos son los ácaros. Y sus heces son como pequeñas bolitas de color marrón.
Y si dispones de un microscopio, aunque este sea para niños, entonces los verás con todo detalle. Distinguirás perfectamente sus ocho patas, su cuerpo transparente e incluso su boca.
Cómo eliminar los ácaros del colchón
Supongamos que, tras la minuciosa inspección, acabas de averiguar que tienes ácaros en la cama. En ese caso, que no cunda el pánico. Deshacerse de ellos es relativamente fácil, siempre que no nos saltemos ninguno de los siguientes pasos:
En primer lugar, aspira a fondo el colchón. Utiliza una aspiradora potente y da varias pasadas para eliminar todo el polvo. No olvides que el polvo es el hábitat perfecto para tus imprevistos compañeros de cama.
Tras pasar la aspiradora, es recomendable hacer una limpieza adicional de la superficie del colchón. Puedes usar una bayeta empapada con agua y amoníaco o utilizar un producto específico para la limpieza de superficies tapizadas.
Una vez completado el proceso de limpieza, lo más probable es que aún queden bastantes ácaros vivos. Por tanto, para rematar la operación es necesario proceder a desinsectar el colchón.
Aunque en internet encontrarás varios remedios caseros para eliminar los ácaros que hayan quedado en el colchón tras un aspirado y un lavado concienzudo, la realidad es que ninguno de ellos es excesivamente eficaz y muchos de ellos no son prácticos.
Por ejemplo, el uso de vinagre deja un olor desagradable y la solución a base de bicarbonato sódico es engorrosa de aplicar, y más aún de eliminar.
Un tratamiento efectivo es rociar varias veces el colchón con alcohol etílico de farmacia, preferiblemente de 70 grados para que se evapore lentamente.
Pero lo más práctico y rápido es realizar una mínima pulverización con spray insecticida no aromatizado, cuyo principio activo sea la permetrina o la tetrametrina. El efecto es prácticamente inmediato y no quedará vivo ni un solo ácaro.
Si optas por esta última solución, hazlo por la mañana y deja que el colchón se ventile durante dos o tres horas. Una vez bien ventilado el colchón, podrás utilizarlo sin ningún temor, siempre y cuando no pertenezcas al grupo de personas alérgicas a las dos sustancias indicadas.
Tras el proceso de desinsectación, realizaremos un aspirado adicional del colchón para eliminar todos los restos de ácaros y, para mayor seguridad, podemos completar la operación con una nueva pasada de bayeta.
Ahora que ya hemos aclarado la pregunta: ¿cómo saber si hay ácaros en mi cama? Aprovechamos para sugerirte que, si has encontrado ácaros en tu colchón y este ya es demasiado veterano, lo mejor que puedes hacer es deshacerte de él y adquirir uno nuevo en nuestra tienda online muellesensacados.es.