Por qué me despierto y ya no puedo dormir: qué me ocurre

Por qué me despierto y ya no puedo dormir

Entre los trastornos más frecuentes del sueño se encuentra el de aquellas personas que no tienen problemas para conciliar el sueño a la hora de acostarse, pero que tras unas pocas horas se despiertan y son incapaces de volver a dormirse.

En estos casos, la pregunta recurrente de los afectados es: ¿por qué me despierto y ya no puedo dormir? La respuesta no es única: el asunto es más complejo de lo que parece y para comprender por qué ocurre esto, primero es necesario entender algunas nociones básicas sobre el ciclo del sueño.

Por qué no puedo dormir por las noches si me despierto

Conozcamos algunos datos acerca de la vigilia y el sueño:

El ciclo del sueño

En general, las personas adultas necesitan entre 7 y 9 horas de sueño por noche para que el organismo descanse y el cerebro se reprograme. Esas horas de sueño se distribuyen en los siguientes cinco períodos:

  • Periodo 1: adormecimiento gradual y transición de la fase de vigilia a la de sueño ligero (dura entre 5 y 20 minutos, dependiendo de cada persona y de lo prolongado que haya sido el período de vigilia).
  • Período 2: sueño ligero (dura aproximadamente la mitad del tiempo total de sueño).
  • Período 3: transición del sueño ligero al período de sueño profundo (dura solo unos 3 minutos).
  • Período 4: sueño profundo Delta (dura aproximadamente la cuarta parte del tiempo total de sueño).
  • Período 5: sueño profundo REM (este período es en el que se producen los sueños).

La particularidad del ciclo del sueño es que no es un ciclo único ni tampoco lineal: pasamos por todos esos períodos varias veces a lo largo de la noche. Es decir, los tiempos indicados para cada ciclo no se cubren de seguido y sucesivamente, sino que son la suma de todas las veces que pasamos por ellos mientras dormimos.

De todos ellos, el período que más nos interesa para comprender por qué nos despertamos es el de sueño REM, caracterizado porque es el ciclo en el que, aunque descansamos profundamente, nuestros ojos se mueven con rapidez y tenemos los sueños.

Y es precisamente durante el sueño REM cuando es más fácil que nos despertemos. Es por eso que es muy habitual que, nada más despertarnos, recordemos con nitidez los sueños que hemos tenido.

Lo cierto es que la gran mayoría de las personas se despiertan al menos una o dos veces durante la noche y vuelven a dormirse prácticamente de inmediato. Otras se despiertan hasta cuatro o cinco veces, sin ningún problema para volver a dormirse con rapidez.

Todo esto no les supone ningún trastorno y es del todo normal. Pero lo que no es normal es que, tras uno de esos despertares nocturnos, no podamos volver a dormirnos por mucho que lo intentemos.

¿Eres de los que te preguntas por qué no puedo dormir si me despierto por la noche? «Me despierto y ya no me puedo dormir». Entonces, sigue leyendo para conocer cuáles son las causas:

Causas físicas que impiden continuar durmiendo tras despertarse por la noche

Los síntomas de algunas afecciones orgánicas tienden a empeorar o manifestarse con más fuerza por la noche.

Algunas exacerbaciones de los síntomas están relacionados con la posición horizontal adoptada durante el descanso y otras dependen de los ciclos orgánicos y del ritmo circadiano.

Estos son los problemas físicos que contribuyen a que no seamos capaces de conciliar el sueño:

  • Dolores o molestias, normalmente provocados por artrosis, artritis y problemas de la columna vertebral y de la espalda.
  • Problemas de las vías respiratorias, como el asma, la bronquitis, las apneas, la EPOC y los catarros estacionales.
  • Trastornos del aparato digestivo, especialmente el reflujo ácido estomacal y el síndrome del intestino irritable.
  • Actividad hormonal: las mujeres suelen despertarse por la noche cuando los niveles hormonales cambian durante la menstruación o durante la menopausia.
  • Enfermedades cerebrales y nerviosas, como el Alzheimer y el Parkinson.
  • Algunas cardiopatías
  • La poliuria (necesidad de orinar frecuentemente o urgentemente)

Adicionalmente, muchos de los medicamentos usados para tratar algunos de los trastornos anteriores pueden afectar al sueño.

Los medicamentos más lesivos para la calidad del sueño son los betabloqueantes, los antidepresivos, los fármacos para tratar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), los descongestivos y los tratamientos respiratorios con esteroides.

Por lo tanto, si tenemos algún problema de salud que interrumpe a menudo nuestro sueño, debemos comentárselo al médico. Puede ser que, para dormir mejor, precisemos algún medicamento adicional o que, por el contrario, debamos prescindir de uno o sustituirlo por otro.

 Causas psicológicas

Sin restar importancia a los trastornos físicos, lo cierto es que los expertos coinciden en señalar que es muy superior la prevalencia de causas psicológicas en los trastornos del sueño.

De hecho, el perfil de la persona que se pregunta “por qué no puedo dormir por las noches tras despertarme” es alguno de los que siguen:

  • Un individuo sometido a altos niveles de estrés: el estrés provoca que el sueño sea más ligero y dificulta la entrada en los períodos de sueño profundo Delta y sueño REM.
  • Un paciente con trastorno de ansiedad, tiene los mismos efectos para el sueño que el estrés.
  • Un enfermo bipolar.
  • Un depresivo.
  • Otros enfermos mentales, como los esquizofrénicos.

Y un dato adicional es que la mayoría de las personas sanas que se despiertan por la noche y son incapaces de volver a dormirse padecen de ansiedad o sufren estrés a diario.

Factores ambientales que influyen en la calidad del sueño

Pero los factores ambientales también influyen, y mucho, en la facilidad para conciliar el sueño, bien de primeras o tras un despertar nocturno.

Estas son las principales causas ambientales que impiden disfrutar de un descanso nocturno reparador:

  • Los horarios irregulares: cambiar frecuentemente la hora de acostarse y levantarse dificulta el mantenimiento de tu reloj circadiano interno.
  • Los aparatos electrónicos luminosos: la luz azul de tu teléfono y de tu ordenador mantiene al cerebro alerta y en vigilia.
  • El alcohol en exceso: las copas antes de acostarse pueden hacer que te duermas rápidamente, pero te despertarás por la noche en cuanto se te pase el efecto. Además, el alcohol dificulta llegar a las etapas de sueño profundo Delta y REM.
  • La cafeína: es un estimulante cuyos efectos pueden perdurar más de 6 horas.
  • El tabaco: la nicotina es otro poderoso estimulante que provoca un sueño ligero y de menor calidad. Además, los grandes fumadores pueden despertarse y no volver a dormirse por estar bajo los efectos del síndrome de abstinencia de la nicotina.
  • La temperatura: el frío y el calor excesivo son dos causas frecuentes de las interrupciones del sueño.
  • El ruido: aunque hay personas que duermen a pierna suelta sin importarles el ruido, otras se despiertan con solo oír el vuelo de una mosca.
  • El colchón: los colchones viejos, poco transpirables, excesivamente blandos o inadecuados para el estado físico del durmiente son un auténtico lastre para el descanso nocturno.

Cómo evitar despertarte en mitad de la noche

Si consigues evitar despertarte por la noche, no tendrás que esforzarte en volver a conciliar el sueño. Para ello, te sugerimos que:

1. No consumas tabaco, alcohol ni cafeína antes de dormir

De estas tres cosas, ten especial cuidado con la cafeína y evita consumir bebidas que la contengan por las tardes.

2. Ajusta tu reloj interno

Si no trabajas a turnos, intenta mantener siempre los mismos horarios de sueño.

3. Haz ejercicio regularmente

Está comprobado que el ejercicio vespertino ayuda a conciliar mejor el sueño. Pero no lo practiques justo antes de acostarte, ya que el efecto inmediato es el contrario.

4. No duermas la siesta

Si tienes problemas para dormir de noche, prescinde del periodo de siesta vespertina.

5. Sigue una rutina relajante a la hora de acostarte.

Un baño a temperatura moderada, escuchar música relajante o leer un libro son las actividades más aconsejables para relajarse antes de dormir.

6. Evita las pantallas electrónicas

No navegues por internet, chatees por el móvil ni veas la TV antes de acostarte. Deja que pase al menos una hora.

7. Apaga el teléfono móvil

No lo silencies: apágalo directamente. Si lo mantienes encendido, tendrás la tentación de verificar si has recibido nuevos mensajes.

Salvo que tengas un motivo específico de peso para dejarlo encendido, cualquier mensaje nocturno puede esperar hasta la mañana siguiente para ser leído.

8. Utiliza un colchón adecuado

El colchón puede ser el factor decisivo a la hora de evitar las interrupciones del sueño: un buen colchón influye en la idoneidad postural y contribuye decisivamente a eliminar las molestias y los dolores causados por trastornos físicos.

Además, un colchón de calidad, como uno de muelles ensacados, hará que te sientas cómodo y regulará la transpiración corporal, evitando el exceso de calor y humedad durante tu descanso nocturno.

Tras la lectura de las anteriores líneas, suponemos que ya tienes claras las posibles respuestas a esta pregunta: ¿por qué me despierto y ya no puedo dormir? Conque si piensas que tu viejo colchón pueda tener algo que ver con tu dificultad para volver a dormirte, te recomendamos que nuestra tienda online https://muellesensacados.es/, si tu problema es el colchón, entonces tiene fácil solución.

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